lunes, 10 de febrero de 2025

Que complicado es amar en un mundo tan enmascarado

 

Que complicado es amar en un mundo tan enmascarado

Vivimos en un mundo en donde es complicado comprender durante la adolescencia, juventud y adultes que es amar, es un concepto amplio y difícil de comprender. Estamos en contacto con muchas películas, series, libros, canciones en donde se habla del amor, sin embargo, en muchas de estas no responden a un amor sólido, de compromiso o sea de un amor verdadero.

A lo largo de aproximadamente cuatro años de tener una amplia introspección de que es lo que soy, que busco y adonde voy, he podido visualizar el porque de mis gustos personales, como también mis decisiones del inconsciente, me hacen poder tener una opinión basada en mis experiencias.

Para comenzar tú me dirás que es el inconsciente. Y para ello vamos a recurrir a un gran pensador llamado Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, que divide la mente en tres; Consciente, Preconsciente e inconsciente.

El Consciente representa los pensamientos y percepciones de los que somos plenamente conscientes. El Preconsciente son aquellos recuerdos y pensamientos que no están presentes en la conciencia, pero que pueden ser traídos fácilmente a ella y el Inconsciente que es la parte más profunda de la mente, donde se alojan los pensamientos, deseos y recuerdos reprimidos.

Con base en poder comprender el inconsciente podemos comprendernos más, además de poder hacer frente a muchas situaciones en nuestra vida, porque en el inconsciente normalmente quedan muchos recuerdos dolosos, que en nuestras vidas amorosas podrán sabotearnos a nosotros y a nuestras relaciones si no nos conocemos al 100%. Cada vez es más complicado ser uno mismo. Sin embargo, para amar a alguien realmente tiene que ser la persona uno mismo. En muchas ocasiones nos gusta aparentar para conquistar, sin embargo, en el amor verdadero no se queda en el aparenta para lograr la atracción. Ya que para obtener el amor verdadero tiene que ir integrado 3 engranes para que este funcione a largo plazo, el cual describiré con detalle.

Eros es el amor apasionado que enciende los sentidos y despierta un deseo profundo. Es un amor que busca la unión de cuerpos y almas, una conexión intensa que se manifiesta en miradas ardientes y caricias que hablan sin palabras. Este amor es como un fuego, vibrante y dinámico, que consume todo a su paso con su intensidad.

Filia, es el amor que se teje lentamente a través del tiempo y las experiencias compartidas. Es un vínculo basado en la confianza, el respeto y el afecto mutuo. Filia florece en la complicidad de las sonrisas sinceras y en el consuelo de las palabras amables. Es el amor que se encuentra en la amistad verdadera y en los lazos familiares más estrechos, una conexión que se nutre de recuerdos y momentos significativos.

Ágape es el amor más puro y desinteresado, una expresión de bondad y generosidad sin condiciones. Este amor se manifiesta en actos altruistas y en el deseo sincero de buscar el bienestar del otro sin esperar nada a cambio. Ágape es un amor que trasciende las barreras de lo material y se convierte en un faro de luz en la oscuridad, un recordatorio de que la verdadera esencia del amor reside en la entrega y el sacrificio por los demás.





Sin embargo hoy en día parece que amar se basa solo en un intercambio de Eros, olvidándonos de los otros componentes tan vitales, sin embargo el amor con eros, no se puede mantener con el tiempo, porque al final si la filia o el ágape no están dentro de la relación, solo se estaría hablando de una emoción muy grande, cuando amar debe ser un sentimiento que hace abrir el corazón de los involucrados y para que esto funcione se necesita la autoidentidad, es decir ser uno mismo y en muchas ocasiones puede que las relaciones se termine y eso generará que nuestro corazón quede dañado.

El costo de haber amado a alguien suele ser muy doloroso debido a que fuimos nosotros mismos y es ahí en donde puede entrar la depresión que es misma del duelo, sin embargo, esas caídas nos sirven para resignificar el inconsciente y salir fortalecido de las relaciones.

A nadie le gusta caer, o perder, sin embargo, es la manera más directa a un autoanálisis y desarrollo de nuestra persona para poder volver a desarrollar la confianza en nosotros mismos y con ello nuestra autoestima, por el hecho de poder tener el sentimiento no haber sido lo suficiente.

Muchas veces podemos entrar o someternos a relaciones, sin conocernos a nosotros mismo, con miedos o incertidumbre de lo que pasará, pero al final de cuentas el dolor y el amor van de la mano. Lo único que podemos hacer es disfrutar del amor al máximo y si llega el momento que se termine, poder tener la certeza que lo dimos todo, sin esperar que se terminará, pero al final nos quedará gran aprendizaje.

Cada relación nos deja un aprendizaje de que sí, y que no quiere en su vida, por lo tanto, una rotura en el amor nunca será un fracaso, sino más bien un aprendizaje que nos prepara para el amor verdadero, por lo tanto, no hay que tenerle miedo a amar.

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